viernes, 25 de septiembre de 2009

Un ensayo sobre educación en línea, a distancia y objetos de aprendizaje

La relación que existe entre las diferentes variables de la educación en línea y sus diversos soportes pedagógicos nos lleva a pensar, primero, sobre las variables que se implican en el análisis de este amplio campo, lo cual no es el objetivo de este ensayo, por lo que para los fines de este trabajo se entenderá por variables de la educación en línea a todos aquellos factores que se involucran en el proceso de la educación en línea (en sus diferentes variantes) y que determinan el cumplimiento de los objetivos de la misma.
Si se parte de la premisa de que la educación en línea es una variante de la educación a distancia, entonces, se puede considerarla como una metodología educativa no presencial apoyada por las tecnologías de la información y comunicación (TIC), lo cual permitiría una comunicación pluridireccional mediatizada.
De acuerdo con lo anterior, se pueden identificar como variables de la educación en línea: el modelo de virtualidad (semi virtual o virtual), el diseño instruccional, la capacitación del docente, el formato de entrega (asíncrona o síncrona), los destinatarios (edad, ubicación, cultura, entre otros) y los recursos tecnológicos utilizados.
La vinculación de estas variables con los soportes pedagógicos está marcada por los modelos de relación entre el estudiante, el texto didáctico o situaciones didácticas, el docente y la comunidad de aprendizaje virtual. Tales modelos plantean, a su vez, una forma de entrega de la información al estudiante y cómo interactúa éste con ella; esto podría quedar planteado en las siguientes preguntas: ¿Para qué un curso de este tipo?, ¿Cuál es el objetivo del curso?, ¿Qué tipo de competencias se busca desarrollar?, ¿Qué metodología es la más apropiada para el aprendizaje que perseguimos?
Por otro lado, pensar si es indispensable llegar siempre a una modalidad de autoinstrucción, se puede argumentar que todo modelo educativo deberá tener como premisa la formación de personas que desarrollen habilidades en el saber-pensar, saber-ser y saber-hacer. Por ejemplo, aprender a pensar de manera crítica, producir con consciencia del entorno o medio ambiente y aprender comunicar ideas; es decir, cualquier modelo educativo deberá tener claro sus fines humanos. En este sentido, la autoinstrucción se deberá considerar una habilidad que toda persona debería aprender para el propio desarrollo personal, familiar, social y, por supuesto, profesional; lo cual implica reflexionar continuamente sobre las propias motivaciones para planear actividades-tiempos con base en estrategias como la jerarquización de tareas, dosificación de actividades, trabajo continuo y establecimiento de estrategias (de estudio) para lograr la meta que implica el estudio independiente, sobre todo en niveles medio superior y superior.
En el caso de un modelo de educación a distancia/virtual, se puede decir que deberá implicar, en su planeación, el desarrollo de la autoinstrucción para lograr no sólo la reproducción del conocimiento, sino aprender a aprender y llegar a ser productor de conocimiento, un ser reflexivo y, por supuesto, crítico, integrado a su medio ambiente y reconocerse en el otro. Así mismo, todo modelo de educación a distancia/virtual deberá contemplar dentro de su diseño instruccional el desarrollo de habilidades del pensamiento, comunicativas y socioafectivas. De esta manera, el estudiante al trabajar con materiales en línea (apoyos verbo-audio-visuales, objetos de aprendizaje, hipertextos, entre otros) aprenderá a trabajar de manera independiente ya que, en este tipo de modelos, el estudiante se encuentra solo y debe tener claridad sobre el contenido del material y deberá elaborar su propia estrategia tanto de búsqueda de información como de aprendizaje, de acuerdo con sus características de madurez mental, de sus posibilidades físicas y de conocimientos previos que tiene con respecto al tema.
Ahora bien, en estudios recientes se ha encontrado que la en la educación a distancia y en línea la presencia de un tutor ha permitido un mayor aprovechamiento de los contenidos y de los cursos, por lo que no existe una autoinstrucción como tal, ya que el tutor que ya no tiene el papel del dador de conocimiento, funciona como apoyo, como guía y orientador durante el proceso educativo.
Y, por otro lado, saber si los objetos de aprendizaje (OA) constituyen un retroceso potencial o un avance formidable y en dónde radica su fuerza y su debilidad, nos lleva a pensar que los éstos han representado un reto para muchas instituciones educativas, pero los resultados no siempre han sido halagadores. En algunos casos ha resultado ser más un retroceso que un avance ya que se termina por caer en un enorme repositorio no de objetos, sino de páginas web repetidas y/o similares y los objetos no llegan a cumplir el cometido esperado o de actividades u objetos tan pequeños que su integración resulta demasiado laboriosa.
En otros casos, que generalmente tienen que ver con la capacitación, estos recursos han demostrado ser útiles porque cada objeto de aprendizaje se enfoca a cubrir una tarea particular y específica que pertenece a una serie de pasos que conforman un proceso. En este sentido, cada objeto puede ser usado en diferentes procesos que contengan esa tarea en común, por lo que el nivel de “desmenuzamiento” de la actividad está fácilmente identificado por dichas tareas.
La fortaleza de los OA radica precisamente en la re-usabilidad. Un objeto de aprendizaje bien realizado, con un desglose de actividades adecuado, podrá servir para integrar otros cursos sin perder claridad y pertinencia, reduciendo así el trabajo de desarrollar varias veces dicho objeto. Esa misma re-usabilidad está estrechamente vinculada con dos de sus grandes debilidades.
Para el desarrollo adecuado de los objetos de aprendizaje, se necesita conocer perfectamente el proceso (u objeto de estudio) y las tareas (componentes) en que puede fraccionarse y con los que se leaborará cada objeto. De lo contrario el resultado serán objetos de aprendizaje difíciles de integrar en otros cursos por resultar incongruentes o en el otro extremo, objetos en demasía fraccionados, lo que causará un problema de integración y demasiado trabajo.
Lo objetos de aprendizaje necesitan ser catalogados adecuadamente para que puedan ser recuperados y reutilizados. Esta parte es importante para evitar duplicidad, y conseguir recuperar y reutilizar los objetos en diferentes cursos.


Referencias

Barberà, E., (2000). "La enseñanza a distancia y los procesos de autonomía en el aprendizaje". LatinEduca2004.com, (N3), Barcelona: Universitat Oberta de Catalunya.
De los Santos V., J.

EDUTEKA, (2007). "Recursos educativos abiertos y su importancia para la educación", (entrevista a Günther Cyranek), disponible en: http://www.eduteka.org/imprimible.php?num=854

Eliézer, (1996). “El estudio independiente: consideraciones básicas”, en Ávila P. y Morales, C. Estudio independiente. México: ILCE.